Carolina Viggiano Austria, secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y hasta ayer candidata al Senado de la República, ha declarado que su partido no recurrirá a los tribunales en caso de que los resultados electorales no les sean favorables. Viggiano subrayó que, siempre y cuando las elecciones se realicen en un ambiente de paz y sin indicios de una “elección de Estado”, el PRI respetará los resultados.
Durante una conferencia de prensa, Viggiano destacó que el PRI es un partido que respeta las instituciones y los procesos democráticos. “Nosotros no tenemos problema, hemos ganado y hemos perdido elecciones y hemos respetado, ese no es un problema para el PRI”, afirmó con firmeza. Esta declaración busca reafirmar el compromiso del partido con la legalidad y la democracia, alejándose de posibles controversias postelectorales.
La dirigente también hizo hincapié en la importancia de que las elecciones se desarrollen en paz. Señaló que la tranquilidad y la transparencia son esenciales para que el PRI acepte los resultados sin objeciones. “Sí se necesita que las elecciones se lleven a cabo en paz”, reiteró, subrayando la relevancia de un proceso electoral libre de violencia y coacción.
La postura de Viggiano llega en un momento crítico, donde la confianza en los procesos electorales y en las instituciones encargadas de llevarlos a cabo es fundamental para la estabilidad política del país. Al descartar la posibilidad de acudir a los tribunales en ausencia de pruebas contundentes de irregularidades, el PRI envía un mensaje de confianza en el sistema electoral y en las autoridades que lo supervisan.
Esta declaración se alinea con la política del PRI de actuar de manera responsable y respetuosa hacia los resultados electorales. Sin embargo, también deja claro que el partido estará vigilante ante cualquier indicio de irregularidades que puedan comprometer la integridad del proceso. La “elección de Estado” mencionada por Viggiano se refiere a la intervención indebida de autoridades gubernamentales en favor de un candidato o partido, situación que el PRI no toleraría sin tomar las medidas necesarias para impugnar los resultados.
Con información de Milenio
