El estado de Hidalgo se encuentra entre los focos rojos de incendios forestales en lo que va del año 2024, según el último informe del Monitor de Incendios Forestales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Hasta el 31 de marzo, se han registrado un total preliminar de 1 mil 019 hectáreas siniestradas, posicionando a Hidalgo como el quinto estado con mayor afectación en el país.
Los principales daños se concentran en áreas arboladas de pino, encino y bosques con características de nublado superficial, conocido como mesófilo. De los 84 municipios del estado, 19 están siendo severamente afectados por estos incendios. Entre ellos destacan Acaxochitlán, Apan, Singuilucan, Cuautepec y Agua Blanca, entre otros.
Los factores desencadenantes de estos incendios son diversos, desde actividades agrícolas y pecuarias hasta la quema de basura y residuos de aprovechamiento forestal. Además, las festividades y rituales también contribuyen a la propagación del fuego, generando un panorama preocupante para las autoridades locales.
El pasado 25 de marzo, el Gobierno del Estado reportó la presencia de tres incendios de difícil control, debido a las características agrestes de las áreas afectadas. Montañas y barrancas de complicado acceso dificultan el trabajo de las brigadas contra incendios, lo que aumenta la magnitud de los desafíos.
Localidades como La Unión, Bocua, Taxcadho y Texhay, en el municipio de Nicolás Flores, han sido las más afectadas hasta el momento. La combinación de vientos fuertes y altas temperaturas permitió la rápida expansión del fuego, causando estragos en estas comunidades. Ante la situación crítica, el gobierno estatal desplegó dos helicópteros el miércoles 27 para esparcir agua en las zonas más complicadas, en un esfuerzo por contener el avance de las llamas y proteger a los habitantes.
Las autoridades locales y federales continúan trabajando arduamente para controlar y extinguir los incendios, así como para prevenir futuros siniestros. Se hace un llamado a la población a tomar precauciones y a evitar prácticas que puedan contribuir a la propagación de incendios forestales, con el objetivo de preservar el invaluable patrimonio natural de Hidalgo y garantizar la seguridad de sus habitantes.
Con información de El Sol de Hidalgo
