En el Partido del Trabajo (PT) de Hidalgo, se señala la presencia de figuras con historial delictivo o judicialmente comprometido continúa generando inquietud entre la ciudadanía. Recientemente, una imagen captada reveló la presencia de Juan Granados, ex regidor del municipio de Tarímbaro, Michoacán, junto a Damián Sosa, arrendatario de la franquicia del partido, y el ex convicto y actual candidato petista a Ixmiquilpan, Cipriano Charrez.
Aunque para muchos habitantes y electores esto podría no parecer particularmente relevante, la revisión de los antecedentes de Granados enciende señales de alerta. En junio de 2018, Granados fue detenido en Morelia bajo la acusación de secuestrar a un comerciante. A pesar de haber sido procesado, fue liberado meses después sin que se haya resarcido el daño a la víctima, quien lo identificó claramente, desencadenando una investigación en su contra.
Esta acumulación de políticos con historiales legales pendientes o relacionados con sentencias judiciales dentro del PT de Hidalgo debería suscitar gran preocupación entre los electores. Esto sugiere la formación de un entorno político que parece más preocupado por proteger intereses facciosos que por promover el bienestar de la sociedad.
Damián Sosa, actual líder político en funciones del PT, aún no ha sido exonerado de su presunta implicación en malos manejos financieros del Grupo Universidad, donde se investiga el manejo irregular de más de 150 millones de dólares en cuentas extranjeras, junto con otras triangulaciones financieras sospechosas.
El PT también ha sido advertido por las autoridades electorales estatales por no utilizar la figura de la 4T (Cuarta Transformación) de manera apropiada en su campaña, alejándose así de los principios éticos del movimiento morenista.
La presencia de Cipriano Charrez, quien enfrentó acusaciones por su presunta responsabilidad en la muerte de un taxista en un accidente automovilístico en octubre de 2018, también agrega preocupación. Charrez fue encontrado culpable y recluido, aunque luego obtuvo su libertad.
La inclusión de candidatos con pasado oscuro, como Granados, en el entorno político del PT, genera escepticismo y dudas sobre las verdaderas intenciones y valores del partido. Los hidalguenses deben considerar cuidadosamente su voto, ya que respaldar a políticos con tales antecedentes podría no ser en beneficio de la sociedad.
Con información de Expediente Ultra
