El reciente concierto de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid ha desatado una oleada de quejas de los vecinos por el ruido. La policía midió los niveles de decibelios durante el evento después de que las molestias se hicieran insostenibles para los residentes cercanos, desde que el recinto comenzó a acoger eventos musicales el mes pasado.
Inmaculada Sanz, portavoz del Ayuntamiento de Madrid, informó en una rueda de prensa el jueves que las lecturas de ruido deben ser evaluadas para determinar si exceden los niveles permitidos. “Hemos recibido 25 quejas tras el concierto del miércoles”, declaró Sanz, indicando que las autoridades están tomando medidas para abordar la situación.
El Ayuntamiento de Madrid ya está preparando multas para las promotoras de conciertos anteriores en los que se superaron los límites de ruido establecidos. Aunque Sanz no proporcionó las lecturas exactas de decibelios durante la conferencia, dejó claro que las sanciones serán una realidad si se confirman las infracciones.
El Real Madrid no quiso hacer comentarios sobre el asunto, mientras que la policía municipal de Madrid remitió las solicitudes de declaraciones al Ayuntamiento. La promotora de los conciertos de Taylor Swift en Madrid, Lastur Bookin SL, tampoco respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
El concierto de Swift, que atrajo a decenas de miles de “Swifties”, marcó la primera actuación de una megaestrella mundial en el Santiago Bernabéu. Este evento es parte de la estrategia del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, para ampliar los ingresos del club más allá del fútbol. Con esta visión, Pérez busca competir financieramente con los clubes ingleses de la Premier League.
La reciente remodelación del estadio, que costó 900 millones de euros (978 millones de dólares), incluye una cubierta y un nuevo campo retráctil de última generación. Estos cambios permiten que el estadio sea utilizado para una variedad de eventos, consolidándolo como “uno de los epicentros del mundo del entretenimiento”, según Pérez.
Sin embargo, la ambiciosa visión del presidente ha generado tensiones con los residentes locales, quienes se quejan de que el ruido de los conciertos es intolerable. La situación pone de relieve el desafío de equilibrar las necesidades de una comunidad local con las aspiraciones comerciales de un club deportivo de renombre mundial.
Con información de Vogue
